La Hacienda Guzmán poseía cuatro torres macizas, cada una de las cuales albergaba un molino de viga y quintal en el siglo XVI, lo que convertía a la Hacienda, hace más de 500 años, en la fábrica de aceite de oliva más importante del mundo.
Tras un riguroso proceso de restauración se puede disfrutar de uno de los escasos ejemplos de este tipo de molino que se conservan en España y que han originado este Museo del Olivo en Sevilla.
En el interior del molino se puede apreciar toda la cadena de producción de una manera artesanal de fabricar aceite. Nos recibe una inmensa muela que todavía puede girarse aplicando fuerza manual o animal. A continuación encontramos una enorme viga unida a la torre de contrapeso y de la que cuelga un quintal.
Una completa colección de utensilios y aperos completa la visión de un pedazo de la Historia de Andalucía.